Viviam Perrone renunció a Madres del Dolor, asociación de la que ella misma fue fundadora, tras no haber conseguido que el culpable de la muerte de su hijo, en un accidente vial, cumpla condena.

La historia de Ema Cibotti, es similar. Cibotti es presidente de la agrupación Asociación Civil Trabajar contra la inseguridad Vial y las Violencias con Acciones Sustentables (ACTIVVAS).

“El juicio de Manu arrojó tres años de prisión en suspenso para (el responsable) Piano, le dieron 10 años de inhabilitación para manejar y lo obligó a hacer un curso de resocialización. Es fue el mayo del 2011 pero todavía no lo realizó. La morosidad llega a picos extremos”, enfatizó la escritora sobre el juicio por la muerte de su hijo.

“Esto tiene que pasar por el Tribunal de Ejecución de Pena, que demoró más de un año para ordenar a Piano que realice este curso”, agregó.

“Te impresiona cuando ves que del otro lado hay personas que están convencidas en hacer cualquier cosa con tal de ir contra la ley. Son violentos al volante”, señaló Cibotti.

“El delito vial es como los europeos lo llaman: un delito de caballeros. Porque están casi siempre relacionados a personas de altos recursos, con vehículos de alta gama y que usan sus privilegios de manera impune”, remarcó.

“Los gremios nunca nos ayudaron en este sentido”, dijo Cibotti, al explicar que cuando el responsable es, por ejemplo, un chofer de colectivos, siempre utiliza como respaldo al sindicato al que pertenece.

“A Vivian siempre le digo que no baje los brazos; pero la entiendo. La Corte Suprema intervino pero el poder del victimario es tal que aún no hubo respuesta”, aseguró la escritora.