El partido que jugaron Bayern Munich y Paris Saint-Germain fue fantástico. Muchas veces los encuentros de gran cartel no pagan lo que prometen. Pero este, en el que se reunían los últimos dos finalistas de la Champions League y que combinaba la presencia del equipo más apabullante del mundo con las individualidades más imparables no decepcionó en lo absoluto.

En un extraordinario encuentro, los franceses se impusieron ante los alemanes por 3 a 2 en condición de visitante. Kylian Mbappé, que jugó un partido bárbaro fue el autor de dos tantos, mientras que el otro del PSG lo marcó Marquinhos. Eric Maxim Choupo-Moting y Thoma Müller marcaron para los locales.

El arranque del partido fue el anticipo justo de todo lo que se avecinaría. El equipo alemán, como era esperable se hizo cargo de la pelota y tuvo la primera acción de riesgo de pelota parada con un cabezazo Choupo-Moting que dio en el travesaño. El PSG, con las ausencias de Marco Verrati y Leandro Paredes, se vio casi obligado a saltear la mitad de la cancha.

Con los delanteros que el equipo francés tiene, eso no resultó una dificultad. En la primera acción ofensiva, Neymar condujo a toda velocidad, se perfiló para patear y a último segundo decidió ceder con maestría hacia la derecha para que Kylian Mbappé tengo todo el ángulo de definición. El campeón del mundo no pateó bien pero, sorpresivamente, Manuel Neuer tuvo una floja respuesta y la pelota se metió.

Esa acción temprana disparó el muy alto nivel que el trámite tuvo en todo momento. Los bávaros construían con paciencia pero con alto ritmo y se mantenían cerca del arco de Keylor Navas, que fue figura absoluta durante los 90 minutos del encuentro. Los arranques en velocidad de Mbappé, aunque muy riesgosos, comenzaron a hacerse cada vez más espaciados.

Pero, para sorpresa de todos en el Allianz Arena, tras un córner cuando los jugadores del Bayern salían del área, Neymar metió la pelota de nuevo de zurda y encontró a Marquinhos increíblemente habilitado y con todo el tiempo para definir y convertir. En tres ataques, el conjunto francés consiguió tres tantos, uno anulado por un fuera de juego milimétrico y otros dos que le dieron la ventaja.

El conjunto de Hans-Dieter Flick continuó con los ataques por los costados y tras la salida de Marquinhos lesionado, los de la capital de Francia quedaron algo desacomodados en la última línea. Choupo-Moting lo aprovechó con un cabezazo furioso contra un palo y descontó. El camerunés hizo un muy correcto partido y sus compañeros no tuvieron demasiado margen para extrañar la jerarquía de Robert Lewandoski. La segunda mitad también tuvo un alto nivel y muchas chances para los dos lados.

El local volcado al ataque en busca del empate y el visitante refugiado, un poco más firme que al final del primer tiempo, a la espera de aguantar y contraatacar rápido. Otra vez Navas, un arquero ganador de partidos, fue fundamental para frenar las aspiraciones rivales.

De tanto ir, el equipo de Múnich consiguió el empate de pelota parada. Un centro sutil y exquisito de Joshua Kimmich ubicó al cazador de espacios, Müller, quien en ese lugar del área no falla. De cabeza acompañó la trayectoria de la pelota para poner una igualdad que a esa altura estaba justificada.

Las cartas no se barajaron tras el gol. Todo continuó del mismo modo. El empate no aplacó la ambición de la Máquina Alemana ni modificó los planes de los parisinos, que confiaban en su as de espadas. Y Mbappé, nuevamente, no defraudó: metió otra corrida formidable, enganchó hacia adentro y sacó un remate entre las piernas de su marcador para volver a poner a su equipo en ventaja.

El número siete francés hizo hasta el momento un torneo excepcional. Consiguió ocho goles en nueve partidos y tuvo un nivel descollante en momentos claves como el de hoy o frente al Barcelona. Marca una diferencia gigantesca contra cualquier rival que enfrente y eso lo convierte probablemente en el mejor jugador de la actualidad.

El PSG se llevó un triunfo tremendo en un partidazo. Pero por la fisonomía de los equipos y el menor peso que tienen actualmente las localías, es totalmente posible pensar en un resultado inverso el próximo martes en el Parque de los Príncipes.

Además, en el otro duelo de la jornada, el sólido Chelsea de Thomas Tuchel le ganó 2 a 0 al Porto en el Estadio Do Dragão. Mason Mount y Ben Chilwell convirtieron para el equipo inglés que es quien mayor ventaja parece haber obtenido en los duelos de ida.