El partido que realizó el Manchester City fue impecable. El equipo de Pep Guardiola se defendió notablemente, y en ataque mostró el juego colectivo que lo caracteriza, aunque mucho más directo y concreto.

En el Etihad Stadium, el conjunto inglés derrotó 2 a 0 al Paris Saint-Germain, que no pudo ser ni la mitad de lo que fue durante el resto de la competencia, y se clasificó a la final de la Champions League.