La empresa embotelladora Polar S.A., filial Neuquén, cerró sus puertas y penden de un hilo 143 puestos de trabajo.

“Esto no fue provocado por los trabajadores sino por la propia empresa”, aseguró Bernardino Herrera, del Sindicato Unido de Aguas y Afines.

La empresa aseguró en un comunicado que esta medida afecta exclusivamente al sector de producción y que pagará “hasta el último centavo” a todos los trabajadores.

En ese sentido, Herrera afirmó que “la compañía está faltando a su palabra porque los trabajadores no fueron notificados, no recibieron telegramas ni hablaron con los delegados ni con el sindicato”.

“En estos momentos están paralizadas las plantas de Río Negro, Bahía Blanca, Trelew y Neuquén. Si no levantan la actitud desmedida en contra de los trabajadores, la medida se extenderá para el resto de las embotelladoras del país”, remarcó.