A 25 días del inicio de los cortes y tras la represión que ocurrió en Tinogasta el viernes, asambleístas que rechazan la minería a cielo abierto en Catamarca mantienen los cortes y las protestas. A su vez, denunciaron una supuesta "patota pro-minera que controla los accesos" a la ciudad de Andalgalá para impedir el ingreso de manifestantes que viajan a sumarse a la protesta.

Los pobladores catamarqueños dieron a conocer la situación a través de un comunicado distribuido por la Unión de Asambleas Ciudadanas que se manifiesta en distintos puntos del país en reclamo a la protección del ambiente.

Los asambleístas denunciaron que "el pueblo de Andalgalá se encuentra sitiado por una patota pro minera que controla los accesos a la ciudad para evitar el ingreso de personas que intentan unirse a la lucha", acotaron en su comunicado. Al respecto, señalaron que "este accionar demuestra como empresas transnacionales operan al margen de la legalidad, utilizando una metodología patoteril de control total, ignorando la voz y la voluntad del pueblo".