Un serie de curiosidades sobre las actividades privadas de Carlos III de Inglaterra, han salido a la luz desde que asumió su reinado. Entre ellas, su majestad parece no dejar su inodoro personal ni a sol ni a sombra, dado que no puede llevar a cabo el llamado de naturaleza en ninguna otra parte.

Temerosos de que el monarca sufra un estallido interno, sus lacayos llevan entonces el sanitario donde quiera que el vaya. por otro lado, y complementario, usa siempre el mismo papel higiénico, de modo que las mismas personas corren de un lado al otro con suficientes rollos de papel real como para no tener que recurrir a otros elementos, para desagrado del monarca.

Carlos III tendría además una caja de desayuno, que también va con él donde sea que se dirija, aunque separada del inodoro, por cierto. En ella, llevan seis tipos diferentes de miel, algunos mueslis especiales y su fruta seca.

Por otro lado, parece ser que el hijo de Isabel II no se siente en capacidad de exprimir su propia pasta de dientes, por lo cual haría que sus ayudantes de cámara expriman una pulgada (unos tres centímetros) en su cepillo cada mañana.