El fútbol y la política tienen una relación demasiado estrecha. A veces, quizás, más de la que debería. Esta situación tan habitual en el mundo entero, tiene por estos días un episodio fuerte en Brasil.

El actual presidente, Jair Bolsonaro, disgustado por algunas manifestaciones en su contra, busca separar a Tité, el director técnico de la Selección, de su cargo. Incluso, ya tiene en carpeta un reemplazante de peso, con el que tiene afinidad política: Renato Gaúcho.