En una partido bastante flojo, Boca se metió atrás los primeros 25 minutos, con una línea de cinco defensores y dos volantes de marca. River, con su juego tradicional, dominó el cotejo y tuvo la primer jugada de gol del partido: una salida imprudente de Andrada y el uruguayo De la Cruz se la tiró por arriba, y fue Lisandro López quien salvo de milagro con un paso de baile.