Atilio Benedetti, es uno de los referentes económicas de Juntos por el Cambio en el Parlamento, ex candidato a gobernador de Entre Ríos y máximo referente del radicalismo en esa provincia, integra además la comisión de Presupuesto y dialogó en exclusiva con #Continentalweb sobre las suba de ganancias para empresas que buscará aprobar en el Congreso el oficialismo, para financiar la modificación de ese tributo para las personas físicas, que empezarán a ser alcanzadas con sueldos desde los $ 150000 .

Además, el referente de Juntos por el Cambio, se refirió a la actualidad del radicalismo en su provincia, y a un sector agropecuario en caída según sus relevamientos.

“Hay una vigorización, un reverdecer, un renacer del partido radical ya que hay muchos jóvenes militando, trabajando y proyectando nuevas ideas sobre los valores del radicalismo”, destacó el diputado nacional en referencia a su corriente política y las próximas elecciones.

-¿Cómo analiza este nuevo proyecto de Impuesto a las Ganancias?

-Entiendo que cuando se refiere a nuevo proyecto me pregunta por la suba de Impuesto a las Ganancias a las empresas. Creo que es un paso más en esta escalada sin fin del Gobierno de Alberto Fernández para sobrecargar al sector empresario que genera empleo y que debe dinamizar la economía. Es algo muy a contramano de sus propios argumentos en el momento que presentaron la modificación del impuesto para personas físicas.

A juzgar por lo que propone el Gobierno, parece que la pandemia no hubiera afectado a las empresas y se las sigue ajustando. Además, el concepto de “grandes empresas” que se establece en función de la ganancia mensual, parece una broma. Es un retroceso más en lo que respecta la necesidad de generar condiciones para que haya inversiones, desarrollo y trabajo.

Determinar alícuotas diferenciales sobre una empresa que gana $ 1.300.000 por mes o una que gana $2.200.00 realmente es “fulbito” para la tribuna porque no va al fondo del problema. Solo es una cuestión cosmética que disimula un formidable aumento de impuestos a un país como Argentina que ya es uno de los países con mayor carga tributaria. Imagínese ahora.  

Con relación a la modificación del impuesto a las personas físicas, creo que no es suficiente y quedan aspectos por resolver. El interbloque al que pertenezco acercó propuestas que mejoran la original pero no fueron tenidas en cuenta. Con todas estas cuestiones que señalo, seguramente será un alivio transitorio para una parte de los trabajadores, para otros menos, y para otros tantos esos alivios no existirán.

-¿Cuáles serían las modificaciones que harían y qué postura tomarán?

-Nuevamente y para expresarlo de manera clara, con relación a las personas físicas, fue pública nuestra propuesta elevar el piso, otro índice de actualización -IPC-, exención a las jubilaciones, actualización del tope por créditos hipotecarios, incremento tope deducción alquileres, incorporación de deducción por gastos en educación). El hecho de que no haya sido considerada, seguramente determinará que no haya una propuesta única y que presentemos nuestro propio dictamen.

Con respecto a este último proyecto que se refiere a empresas, parece querer venir a financiar la modificación del de personas físicas, no hemos debatido la postura del Interbloque Juntos por el Cambio pero a título personal te puedo adelantar un absoluto rechazo. Nosotros proponemos una progresiva baja del Impuesto a las Ganancias de las empresas para que inviertan y se puedan adaptar a un mundo cada vez más competitivo y, en todo caso, avanzar en una suba a los retiros de los accionistas.

Descuento que desde Juntos por el Cambio vamos a rechazar de plano esta pretensión de aumento de alícuotas a las empresas porque atenta contra cualquier posibilidad de repunte y van a impactar sobre la inflación.

-Por su  experiencia en el sector agropecuario, ¿cómo ve las actividades y qué medidas se deben adoptar para un mejor desarrollo?

-Creo que vamos a tener un año más de caída en cuanto a la producción debido a la gran sequía que se ha instalado hacia finales del ciclo de la cosecha gruesa en varias zonas del país. Pero también por la falta de estímulos y certidumbre que tienen los productores para seguir  apostando a una mayor productividad.

A las dificultades ambientales que debe atravesar el sector se suma la incertidumbre en materia económica que tiene que ver con este abanico de distintos dólares. Por supuesto que el dólar más bajo es a través del cual se exportan las mercaderías producidas pero luego la obtención de insumos se rige por otro tipo de dólar. A su vez, las restricciones a las importaciones genera complicaciones, aumento de los insumos en dólares y en algunos casos produce que haya escasez, como sucede ahora con las cubiertas para cosechadoras y tractores.

Las medidas que se deben adoptar en el sector agropecuario son reglas de juego claras y, en tal sentido, vale la pena destacar la necesidad de prorrogar la Ley de Biocombustible. Luego de haber estado vigente durante casi 18 años permitiendo el desarrollo de empresas, hoy las más de 50 firmas que están instaladas se encuentran amenazadas porque se dilata la sanción de la prórroga. Espero que en estos días podamos  abrir el debate y otorgar certidumbre por los próximos dos o tres años hasta que se discuta una nueva ley que regule la actividad

- Se aproximan las elecciones en Entre Ríos y le consulto sobre la situación del radicalismo…  

-El radicalismo de Entre Ríos no está ajeno a lo que ocurre con el partido en todo el país. Hay una vigorización, un reverdecer, un renacer del partido radical ya que hay muchos jóvenes militando, trabajando y proyectando nuevas ideas sobre los valores del radicalismo.

-¿De qué manera coordinarán las candidaturas?

-Entiendo que Entre Ríos va a consolidar una conducción que vigorice al partido y que lo prepare para ser la columna vertebral de Juntos por el Cambio, para volver a ganar las elecciones legislativas nacionales como lo hicimos en el 2017 y el 2019. Trabajar para la enorme posibilidad que tenemos de cambiar de signo político a la provincia de Entre Ríos. Es una provincia que ha sido gobernada desde el 2003 por el Partido Justicialista y un equipo dirigencial que tiene base en la Ciudad de Concordia y que no ha sido capaz de lograr el desarrollo que la provincia merece. Entre Ríos tiene condiciones naturales y productivas similares al resto de las provincias que integran la Región Centro y, sin embargo, hemos quedado reducidos a ser la cenicienta del cuento. Tenemos una enorme postergación en relación a nuestras hermanas Córdoba y Santa Fe.