Diversos estudios sobre sexualidad y salud, han resaltado la importancia de mantener relaciones sexuales frecuentes para mejorar diversos aspectos de nuestra vida. Sin embargo, los científicos ultimamente, han ido mas allá. 

De acuerdo a las últimas investigaciones la clave de la capacidad del sexo para aumentar el bienestar, no se encuentra en el número de orgasmos ni la duración, sino que parece estar en algo que no tiene que ver con la genitalidad: la experiencia afectiva con la pareja sexual es la que determina la satisfacción, es decir, los mimos, besos, caricias, abrazos y la conversación íntima que se comparten en el encuentro, especialmente a continuación del acto sexual. 

El estudio en el que se centraron las otras investigación, es uno de la Universidad de Indina, en Estados Unidos, que siguió a 152 adultos durante 21 días, registrando sus actividades y su bienestar percibido por las relaciones sexuales.

Una cuestión interesante y notoria que derrumba mitos existentes sobre la diferencia de intereses sexuales de hombres y mujeres, es que el estudio arrojó que esa mayor satisfacción por el sexo con buena experiencia afectiva, se produce en ambos sexos por igual y en altísimas proporciones.