La UOM acreditaba 50 o 60 mil afiliados y hoy, 250 mil", precisó Caló, quien aseveró "defenderá a muerte" el plan económico oficial y que si la unidad de la CGT depende de bajar su candidatura, suspendería sus aspiraciones, aunque, aclaró, "no le marearía" ser secretario general de la central obrera.

El gremialista también opinó que la división en la CGT se produjo porque hay sindicalistas que no quieren defender ese plan aunque, finalmente, "la agenda es la misma para todos: la modificación del mínimo no imponible del impuesto al ingreso y del piso para las asignaciones familiares y reclamar la deuda a las obras sociales".

"Todos los dirigentes gremiales tienen la misma carpeta; no hay sindicalista que no reclame lo que (el titular de la CGT, el camionero Hugo) Moyano porque cualquier representante obrero reclamaría lo mismo", apuntó Caló al diario Tiempo Argentino.

En otro orden, el jefe de la UOM aseguró que nunca alguien del gobierno lo llamó para ver si quería ser candidato en las elecciones cegetistas y consideró que el periodismo lo identifica como el postulante del oficialismo por "pertenecer a un gremio industrial que apoya este plan económico".

"En la actualidad existen tres líneas internas dentro de la CGT: los independientes -que integro-, los moyanistas y los barrionuevistas", explicó Caló, luego de destacar que es "difícil" relacionarse con todos esos grupos.

En ese sentido, ejemplificó con una metáfora del fútbol: "Es como juntar hinchas de Boca, River e Independiente: es difícil hinchar todos juntos para Argentina y es ese el grave problema que existe".

Por último, el líder de la UOM señaló que "cualquier CGT debe mantener su independencia con cualquier gobierno" para encauzar los reclamos de los trabajadores y reseñó que depende de la inteligencia de cada dirigente la obtención de sus conquistas.

"Unos lo consiguen peleando, haciendo paros, cortando rutas y otros lo logran dialogando; el asunto es ver el final del partido", concluyó.