La Corte Suprema de Justicia venía ganando tiempo. Desde que Horacio Rodríguez Larreta presentó el pedido de inconstitucionalidad del último DNU del presidente, que suspendía las clases presenciales, empezó el clásico peloteo de expedientes. Lo mando para acá, después para allá, después lo vuelvo a mandar al primero que lo mandé. Casi un arte.