La señorita de 18 años, militante justicialista de Avellaneda y cercana al ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi, que generó un escándalo ayer por haber recibido la vacuna de Sinopharm, acaba de ser despedida de la Municipalidad donde trabajaba.

Purita, primero debió cerrar ayer todas sus redes sociales, donde se lucía en fotografías con Ferraresi, en la Casa Rosada, y en los entrenamientos del Racing Club. Y hoy, además, fue despedida de su trabajo.

De acuerdo a la lógica aplicada, Purita parece haber sufrido las consecuencias de publicar el certificado de vacunación, y del hecho de haberse adelantado a otras personas de riesgo que deben tener prioridad. 

De otro modo, no hubiese "pagado el pato" en exclusiva. Ella no pudo vacunarse si alguien no le facilitaba la posibilidad, como vacunada VIP, pero sin embargo, es la vacunada la que pierde el trabajo y no el vacunador. El hilo, otra vez, se corta por lo mas fino.