Un hecho particularmente curioso ocurrió el fin de semana, cuando el gobierno de Bielorusia obligó a aterrizar un vuelo de la línea low cost Ryanair que pasaba sobre su espacio aéreo, aparentemente solo con el fin de detener a una persona que estaba en el pasaje.

El director ejecutivo de Ryanair, explicó que se cree que agentes de la KGB bielorrusa viajaban en el avión que fue desviado a Minsk el domingo, mientras los líderes de la UE se preparaban para reunirse para discutir qué medidas tomar contra Bielorrusia.

La policía bielorrusa arrestó al bloguero de la oposición Roman Protasevich y a su novia, Sofia Sapega , después de obligar a su vuelo de Ryanair a aterrizar en la capital bielorrusa, lo que provocó la indignación de los líderes europeos, que han calificado el aterrizaje del avión como un secuestro y un acto de “piratería aérea”.

El embajador de Bielorrusia en la UE, Aleksandr Mikhnevich, fue convocado el lunes para que altos funcionarios de Bruselas lo reprimieran por “otro intento descarado de silenciar a la oposición”.

Hoy se reveló que Sapega, un ciudadano ruso que estudia en la Universidad Europea de Humanidades (EHU) en Lituania, fue obligado a abandonar el vuelo junto con Protasevich, a quien las autoridades bielorrusas han acusado de fomentar las protestas masivas el año pasado contra el presidente, Alexander Lukashenko.

La aeronave secuestrada volaba de Atenas a Vilnius, la capital de Lituania, cuando el avión fue desviado a Minsk. Protasevich, un ex editor de los influyentes canales de Telegram Nexta y Nexta Live, fue detenido por la policía en Minsk después de que Lukashenko ordenara a sus militares que lanzaran un caza Mig-29 para enfrentarse al avión.

Los pasajeros a bordo dijeron que Protasevich comenzó a entregar su teléfono y otros artículos personales a Sapega cuando se enteró de que el vuelo realizaría un aterrizaje de emergencia. 

Ni Minsk ni Moscú han confirmado públicamente el arresto de Sapega y no está claro si ha sido acusada de un delito. Estados Unidos exigió la liberación de Sapega, diciendo que fue detenida por el Comité de Investigación de Minsk en "condiciones infundadas e inventadas".

Según sus colegas, Protasevich les había enviado mensajes alegando que lo seguía un hombre en la sala de embarque de Atenas que sospechaba que era un agente de la KGB bielorrusa. Se dijo que el hombre estaba detrás de él en la cola para abordar. Se dice que intentó tomar una foto de sus documentos antes de hacerle a Protasevich una "pregunta estúpida" en ruso y marcharse.