La mano derecha de Carlos Zannini en la Secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, quien quedó en el centro de la escena pública por un polémico llamado para frenar un allanamiento, volvió a quedar en la mira: en este caso fue por haber nombrado a 22 familiares y amigos que le cuestan al Estado unos $600.000 mensuales en concepto de salarios.

Desde su ingreso en el área jurídica del Gobierno en 2006, el enigmático Liuzzi desplazó a más de 60 agentes de planta permanente -muchos de ellos profesionales con más de 30 años de carrera- que fueron confinados a un viejo depósito de la Secretaría, a las oficinas del Boletín Oficial o a la Dirección General de Administración (DGA).

Las "vacantes" que se abrieron en el organismo que redacta y publica en el Boletín Oficial las resoluciones del Poder Ejecutivo fueron ocupadas por gente que ni siquiera tenía experiencia administrativa; entre los designados por el subsecretario técnico están su mujer, su hijo -también su novia y un compañero-, su hermana y el marido; su ex esposa, varios parientes y amigos.