El Programa “Precios Justos”, que entraría en vigencia el 1 de diciembre hasta el 28 de febrero con el fin de bajar la inflación, no fue bien recibido por las grandes empresas ya que aseguran que es “totalmente inviable” etiquetar los envases de los productos y mucho menos mantenerlo invariable por 90 días.

La entidad que agrupa a las pymes y multinacionales alimenticias (COPAL), en conjunto con los directivos de las grandes compañías se reunieron con el Ministro de Comercio Interior, Matías Tombolini y expresaron que desde el punto de vista de planificación industrial no es posible cumplir con los plazos de etiquetado en los envases y dijeron: “A duras penas las alimenticias están llegando para el año que viene con esta exigencia. Agregar etiquetado de precios es directamente imposible”, en relación a la Ley de alimentación saludable.

Aunque el Ministro Massa había dicho que no creía en el congelamiento de precios, el Programa pretende que los precios acordados se mantengan por un plazo de tres meses, algo que para las empresas resulta inviable.

“En realidad, en el rubro alimentos lo que más suben son los productos frescos. Tendrían que ponerle una etiqueta a los huevos, los tomates o la cebolla, que este año vienen subiendo mucho más que el promedio. En cambio, los alimentos industrializados venimos por debajo en lo que va del año”, expresaron los empresarios.

El peligro de congelar los precios radica en que cuando se “descongelen”, haya una subida masiva del valor en el mercado que eleve la inflación por encima del esquema previsto para períodos futuros, algo que desde Economía insisten en la necesidad de reducir la proyección de cara al 2023

El sector productor criticó fuertemente al Ministro de Economía ya que, en su visita a Washington, había expresado que no estaba de acuerdo con el congelamiento de precios, algo que el FMI tampoco apoya, debido a que se deben abordar políticas fiscales y monetarias para que el impacto sea menor.