“Fuera de los flashes, soy una persona bastante común y muy ordenada. Si bien tengo una rutina cambiante por mi trabajo, tengo una vida, voy al gimnasio, entreno, comparto días con mi familia, amigos, voy al teatro, al cine, leo, estoy haciendo un curso de danza, otro de redes sociales, estudiando inglés”, arranca José María Muscari la charla con Alejandra Canosa con ese ritmo que se le reconoce desde siempre. De todos modos, lejos de suponer que se lleva el mundo por delante, es más simple de lo que parece. ¿Intenso, quizás? Sí, pero ese modo le sienta bien: actitud y buena energía.

"Me gusta comunicar desde esos elencos extraños que suelo armar"

Actualmente tiene cuatro espectáculos en la cartelera porteña y empezó a ensayar lo nuevo. “Estoy feliz y agradecido”, confiesa. Vale la pena ordenar su propia cartelera para tenerla presente:

“Sex; Viví tu Experiencia”, en el Gorriti Art Center del barrio de Palermo, con Diego Ramos, Romina Ricci, Noelia Marzol y un elencazo.

Perdidamente”, con Leonor Benedetto, Ana María Picchio, Emilia Mazer, Iliana Calabró y Mirtha Wons, en el Multiteatro de Calle Corrientes hasta fines de julio, porque en agosto comienzan la gira nacional.

La novedad de Plagio”, en el Teatro Regina: tres historias de un mismo amor, tres parejas de actores, una pareja heterosexual y dos parejas gays, una femenina y otra masculina.

Como si fuera poco, una vez por mes, hace un espectáculo único que se llama “Family Club”, que no es una obra de teatro, sino un evento extraordinario con su familia real: “Con mi mamá, mi tío, mis amigos, mis primos y lo hacemos en el Club Villa Pueyrredón, con próxima fecha el 6 de agosto y las localidades ya están agotadas”, avisa.

Y además, se viene el estreno de “Coqueluche”, con Julieta Poggio, ex Gran Hermano, y una actriz consagrada como Betiana Blum. “Me encanta esa mezcla de una actriz experimentada como la Blum, con 83 años, y Juli, con todo su encanto, su luminosidad y la explosión que generó en el reality. Me gusta comunicar desde esos elencos extraños que suelo armar y la idea surgió de mi deseo y necesidad de hacer esa obra. Estrenamos el 16 de agosto, en el Multiteatro”, revela hablando a toda velocidad.

-¿Qué te llamó la atención de Julieta Poggio para pensarla como protagonista de una obra?

-Cuando la vi a Julieta en el reality, le dije a Carlos Rottemberg y a Tomás, su hijo, que en ese programa estaba la protagonista de “Coqueluche”. Justamente el contraste en esa obra es que se necesita de una actriz muy consagrada y otra muy joven, que no puede superar los veintipico por lo que exige la historia. July tiene condiciones y alta popularidad. ¡Estoy copado!

"Me gusta comunicar desde esos elencos extraños que suelo armar"

A pesar de estar tapado de trabajo, Muscari ya tiene programado un viaje a Europa con amigos, en octubre. Disfruta de las pequeñas grandes cosas, “un viaje a Mar del Plata, almorzar los domingos con mi familia, viajar un fin de semana con amigos o ir de copas, disfrutar del buen sexo, un atardecer en mi hogar escuchando música de Adele o disfrutar del confort de dormir en mi cama”, enumera en un repaso de placeres.

Muscari se mueve como pez en el agua dentro del ambiente teatral. Hace varios años pasó del “under” al circuito comercial gracias a un productor. “¡Uy si! Ese productor fue Javier Faroni. Yo ya lo conocía porque había visto varios de sus espectáculos y si bien no me iba mal, nunca había logrado un éxito en el circuito comercial, así que le llevé la obra, la leyó y le gustó. Se llamaba “En la cama” y la protagonizaban Gerardo Romano, Mónica Ayos, Walter Quirós y Viviana Saccone. Era una obra muy moderna, muy caliente y agotábamos las localidades. Fueron dos años a full, sumamos una gira, temporada en Mar del Plata, Punta del Este... Siento un gran afecto por Faroni, por haber confiado en mí”, agradece al aire con histrionismo.

"Me gusta comunicar desde esos elencos extraños que suelo armar"

-Parafraseando con otra obra de teatro, ¿tenés algún TOC?

-Sí, ordeno la ropa por color, separo las remeras negras de las estampadas, las de entrenar de las musculosas, separo las camisas de manga corta y manga larga, los jeans de los pantalones de color. Otro es que no puedo dejar mensajes sin responder, ni en mi celular ni en ninguna red social y no sé si es un TOC pero tengo por hábito dormir ocho horas, sí o sí.

-Tenés un vínculo espectacular con “Cuky” tu mamá. ¿Cómo la definirías?

-Mi mamá es una mujer común que funciona como un ordenador en todo lo que hago. Es divertida, emocional, mi fan número uno, un referente, una mujer sana. Me gusta pedirle opinión respecto de todo lo que hago porque tiene una mirada simple y en definitiva es para quien yo hago lo que hago. Mis trabajos no son para la gente del medio, son para la gente común.

"Me gusta comunicar desde esos elencos extraños que suelo armar"

En cuanto al amor José confiesa que “hace cuatro años que estoy solo, pero tengo una relación muy fluida con mi soledad y lo paso muy bien. Cuando estoy en pareja suelo ser monogámico y apuesto todo a esa relación. No me atrae la gente del espectáculo, elijo y me erotiza la gente que se dedica a otras cosas, que tiene otro mundo que yo pueda admirar y viceversa. Salí con un fisicoculturista, un médico, un publicista y un diseñador de moda. ¡En el amor funciono así!”.

-Hace una semana se celebró en España el “Dia del Orgullo LGBTIQ” y en Argentina será el 1 de noviembre.

-Amo el “Día del orgullo”, me encanta ser quien soy. Nunca tuve un problema ni familiar ni laboral con mi sexualidad, nací en el seno de una familia privilegiada donde ser quien soy no es un tema. No sé qué hubiera pasado si hubiese elegido ser boxeador, futbolista o político, tres profesiones donde no suele ser tan orgánica la sexualidad y el género de las personas. Por esa razón, festejo mucho la diversidad, el orgullo y la conquista de derechos.

-En “Plagio”, una de tus obras, hay un planteo muy interesante al respecto.

-Sí, el personaje de Inés Estévez, una política que aspira a ser Presidente, le plantea a su amante: “¿Vos creés que si le cuento a la sociedad que si en lugar de amar a un hombre como todos creen, cuento que amo a una mujer, me votarían?” La sociedad no está preparada para asumir muchas cosas, por lo tanto, nos falta mucho para hablar de inclusión.

-Año electoral. ¿Qué opinión te merecen los políticos?

-Los políticos no tienen mi respeto ni mi confianza, son una clase decepcionante y cada uno hace su negocio. Sólo algunos pocos ingresan al mundo de la política con buenas intenciones, pero la política está tan corrompida que si ellos no están a la altura no pueden permanecer en ese microclima porque el sistema los degrada. Cada vez que hay elecciones me agarro la cabeza pensando a quién votar, cuál de ellos me va a mentir menos. Todo el tiempo estoy buscando cuál es el “menos peor”. Detesto el mundo de la política.

"Me gusta comunicar desde esos elencos extraños que suelo armar"

-Hablar con vos siempre es un buen plan, pero en cinco minutos arrancás los ensayos de tu nueva obra, así que sólo queda que me cuentes con quién te quedó un café o una charla pendiente.

-Si bien tuve muchos cafés y charlas con Norma Pons, lamento mucho su ausencia y me hubiera encantado haber sumado otros tantos. Tuve con ella una relación idílica, laboral y personal a lo largo de los cinco años que compartimos, los últimos de su vida, cerrando con “La casa de Bernarda Alba. En total hicimos tres espectáculos que compartimos con alegría y felicidad. Norma Pons me hace falta, la extraño un montón.