No debería sorprendernos que esta vez el gobierno kirchnerista intente imponer una catarata de atropellos al estado de derecho mediante una ley de superpoderes para regular restricciones sanitarias.

Como si la pobreza, el desempleo y la inseguridad rampantes no fueran lo suficientemente limitantes, pretenden validar de un plumazo, más de un centenar de DNU pandémicos, avanzar sobre las autonomías de las provincias y restringir aún más la libertad de las personas. La concertación con las provincias es uno de los fundamentos del federalismo y la república.