El fiscal Carlos Rívolo aseguró por Continental que el procesamiento contra Ricardo Jaime se produjo “porque no pudo justificar 12 millones de pesos de su patrimonio”. En La Mirada Despierta, enfatizó que el ex secretario de Transporte es una persona con claras sospechas de corrupción.

El ex secretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime fue procesado el fin de semana pasado por presunto enriquecimiento ilícito por un monto de 12.500.000 pesos durante sus seis años como funcionario de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. El procesamiento fue dictado por juez federal Sebastián Casanello, que le atribuyó a Jaime la posesión de un avión, 13 autos, ocho inmuebles, un hotel, un spa y acciones en empresas.

El cargo que se le atribuye a Jaime tiene una pena de dos a seis años de prisión, una multa del 50 al 100 por ciento del monto del enriquecimiento e inhabilitación absoluta perpetua. También fueron procesadas otras 16 personas acusadas de ser testaferros de Jaime y a nombre de quienes se intentaron ocultar sus bienes. Entre ellos, su hermano Daniel Jaime, su ex mujer Silvia Reyss, las hijas de esta, Agostina y Lorena Jayo; el ex funcionario de la Secretaría de Transporte y su operador político Manuel Vázquez, y su hijo Julián Vázquez.

En tanto, tres hijas de Jaime -Julieta, Romina y Jimena- fueron sobreseídas y se dictó la falta de mérito de los empresarios Raúl Viola y Carlos Lluch, quienes están acusados de ser los testaferros en la compra de un barco, porque todavía restan medidas de prueba. “La necesidad de disimular el crecimiento patrimonial obedeció la aparición de personas interpuestas, circunstancia que -en este aspecto- es un elemento objetivo que permite afirmar el dolo del imputado”, sostuvo Casanello en su resolución.

En el procesamiento, el juez -que también investiga al empresario kirchnerista Lázaro Báez- ratificó el embargo de 40 millones de pesos sobre los bienes de Jaime. La Justicia detalló que Jaime obtuvo durante sus años en la función pública un avión Lear Jet valuado en 4 millones de dólares, propiedades en Buenos Aires, Córdoba, Río Gallegos y en dos barrios privados, autos y motos, como dos vehículos marca Honda y una moto BMW.

Jaime tiene una condena a seis meses de prisión en suspenso que le impuso la Justicia de Córdoba por intentar sustraer unas tarjetas personales durante un allanamiento que se realizaba en su casa de esa provincia en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito. Además, está siendo juzgado por la tragedia ferroviaria de Once en la que murieron 51 personas en febrero de 2012. Jaime es uno de los funcionarios y ex funcionarios kirchneristas más denunciados y es el más procesado por la Justicia.