“En 2003 Cablevisión y Fibertel se fusionan y generan una única compañía que es Cablevisión S.A. Esto fue aprobado por la Inspección General de Justicia. Al no haber ninguna transferencia a terceros, tal como lo prevé el régimen de licencias, sólo se le comunicó a la Comisión Nacional de Comunicaciones esta situación para que lo modifiquen y queden registros. Esto no se hizo, el gobierno es el responsable de ello”, comenzó relatando el gerente general de Cablevisión, Carlos Moltini.

Lo hizo a raíz de los dichos del ministro de Planificación, Julio De Vido, horas atrás quien aseguró que “Cablevisión presta un servicio en forma ilegal”.

En Antes que Mañana, Moltini resaltó que lo que se discute aquí es lo que sucedió en el 2003. “Cuando se tiene una compañía y se la fusiona con otra hay que finalizar la cuestión administrativa: se realiza una disolución sin liquidación. Esto es una cuestión central porque la Ley de Radiodifusión prevé que una licencia caduca ante la quiebra de la compañía o mediante la disolución con liquidación”, precisó.

“Lo que el gobierno hizo fue tomar una decisión arbitraria. Queremos llevarle tranquilidad a los usuarios y a los trabajadores de la compañía”, aseguró Moltini.

“Vamos a recurrir a la justicia porque el derecho nos asiste más allá de lo que dice el gobierno. Nada dice que no podamos seguir vendiendo”, dijo.