Que la vacuna tal, que la vacuna cual, el mundo avanza a diferentes velocidades en el afán, supuestamente generalizado, de frenar la ola de contagios y de muertes por el coronavirus. En algunos países, con exceso de dosis. En otros, con escasez de la segunda. Y en otros, sin la primera ni la siguiente ni, menos aún, el potencial refuerzo de una tercera. La carrera contra la variante Delta, con mayor carga viral que las anteriores, tiene varios obstáculos. Desde el acierto hasta la impericia de los gobiernos y, cartón lleno, la resistencia de aquellos que desconfían de la vacuna o rezongan contra el autoritarismo de sus autoridades.