Según una versión que circuló este miércoles, los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa se habrían reído cuando ingresó Pablo Ventura, el remero acusado falsamente del hecho, a declarar como testigo. Fuera del Tribunal de Dolores, Fernando Burlando, abogado de los padres del joven asesinado, lanzó un fuerte descargo cuando le preguntaron sobre lo ocurrido.