En Esquel, Chubut, la Cámara Penal decidió anular una condena tras descubrir que el juez a cargo había empleado inteligencia artificial para redactar el fallo. La revisión del documento reveló una frase impropia de un contexto judicial, que rezaba: “Aquí tienes el punto IV reeditado, sin citas y listo para copiar y pegar”. Este tipo de redacción, característico de herramientas como ChatGPT, generó dudas sobre la autenticidad y validez del texto judicial.
El fallo en cuestión fue dictado el 4 de junio de 2025 por el juez Carlos Rogelio Richeri y condenaba a Raúl Amelio Payalef a dos años y seis meses de prisión efectiva por un delito de robo simple. Tras detectarse la intervención de inteligencia artificial sin justificación o trazabilidad, la Cámara anuló tanto la sentencia como el juicio en su totalidad, ordenando que se lleve a cabo un nuevo proceso ante un magistrado distinto.

El caso fue elevado al Superior Tribunal de Justicia de Chubut para que evalúe posibles sanciones administrativas o disciplinarias debido al uso inadecuado de esta tecnología. En su resolución, los camaristas señalaron que el juez no especificó cómo utilizó la IA ni el alcance de su asistencia, lo que impide verificar su razonamiento jurídico. Según los jueces, no queda claro si el programa informático solo asistió en la redacción o si influyó directamente en la solución jurídica adoptada.
El tribunal también destacó la importancia de principios como imparcialidad, justicia, transparencia y responsabilidad institucional al introducir inteligencia artificial en decisiones judiciales. Sin cuestionar la culpabilidad del acusado, dejaron en claro que la anulación estuvo fundamentada únicamente en errores de procedimiento relacionados con el uso inadecuado de esta herramienta tecnológica en el ámbito judicial.

