
El río Guadalupe se desbordó inesperadamente durante la madrugada del viernes en Texas, Estados Unidos, impulsado por intensas lluvias que dejaron más de 25 centímetros de agua en pocas horas. En apenas 45 minutos, el caudal se elevó ocho metros, convirtiéndose en un evento devastador. Hasta el momento, las autoridades han recuperado 24 cuerpos y continúan buscando a 23 niñas desaparecidas en un campamento juvenil que fue arrasado por la inundación.
Larry Leitha, sheriff del condado de Kerr, confirmó el viernes por la noche el aumento de víctimas fatales a 24 y advirtió que se temía una mayor cifra debido a la gravedad de la situación. Las labores de rescate han permitido evacuar a 237 personas, incluyendo 167 mediante helicópteros. Freeman Martin, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, anticipó que el evento traería numerosas víctimas y aseguró que equipos especializados estaban trabajando arduamente para lidiar con la emergencia.
Entre los desaparecidos están las niñas que participaban en el Camp Mystic, localizado cerca del río Guadalupe. El sitio, donde se encontraban alrededor de 750 chicas en el inicio de la temporada estival, fue evacuado parcialmente tras el aumento repentino de las aguas, que subieron ocho metros en menos de una hora. Aunque la mayoría logró ser trasladada a terrenos más altos, el campamento terminó completamente destruido. Un operativo con 14 helicópteros permitió rescatar a quienes permanecían atrapadas.
Elinor Lester, de 13 años, relató su experiencia al ser evacuada junto a sus compañeras de cabaña. La tormenta las despertó a la 1:30 de la madrugada y, horas después, los rescatistas desplegaron cuerdas para orientar a las jóvenes mientras cruzaban un puente con el agua hasta las rodillas. Elinor mencionó que fue un momento aterrador y describió cómo un helicóptero aterrizó para evacuar a las personas que aún se encontraban en riesgo.
Rob Kelly, máxima autoridad del condado de Kerr, calificó el desastre como un evento catastrófico y señaló que no hubo alertas previas que permitieran organizar una evacuación preventiva. La zona es conocida como "el valle fluvial más peligroso de Estados Unidos", explicó Kelly según el Texas Tribune. Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias sobre inundaciones repentinas hacia las 4 de la mañana, permitiendo activar alertas móviles para los residentes cercanos al río.
Oficialmente se registró un incremento de nivel del agua desde 6,7 metros hasta 9,9 metros, aunque los expertos indicaron que, debido a que el medidor quedó sumergido, las cifras reales podrían ser aún mayores. Además, el Servicio Meteorológico advirtió sobre una ola letal desplazándose por el río Guadalupe. Imágenes difundidas por News 4 San Antonio mostraron cómo en plena noche las aguas arrasaron casas rodantes, automóviles y áreas de acampada.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, informó que el estado está movilizando todos los recursos disponibles para responder a esta crisis y priorizó las labores encaminadas a salvar vidas. Continuó señalando que más de 500 mil personas seguían bajo alerta este viernes en la noche debido al impacto continuo de este desastre natural.