
Este lunes, la Quinta Presidencial de Olivos fue escenario de una amenaza de bomba, activando un protocolo de seguridad de emergencia. El alerta fue recibido a través de una llamada al 911, cerca del mediodía, lo que generó una rápida movilización de las fuerzas de seguridad.
Inmediatamente después de la advertencia, la Brigada Antiexplosivos de la Policía Federal Argentina (PFA) desplegó un vasto operativo en los alrededores de la residencia oficial. El personal policial se encuentra trabajando intensamente en el lugar para verificar la veracidad de la amenaza y asegurar la zona.
Esta situación se produce en un contexto de elevada tensión internacional, marcada por el conflicto entre Irán e Israel. Dadas las circunstancias, el Gobierno argentino había dispuesto previamente un refuerzo en las medidas de seguridad para potenciales objetivos sensibles dentro del territorio nacional.
Según la información que trascendió, la llamada de amenaza, realizada aproximadamente a las 12:30 horas, indicaba la supuesta colocación de un artefacto explosivo en el interior de la Quinta de Olivos, ubicada en la intersección de Malaver y Maipú, en el partido de Vicente López. Finalmente, se comprobó que la amenaza era falsa.
No obstante, la investigación del incidente ha sido asignada al Juzgado Federal N° 1 de San Isidro, bajo la supervisión de la jueza Sandra Arroyo Salgado y con la Secretaría N°3 a cargo de Lucía Ochoa. El principal objetivo es identificar a la persona responsable de la llamada al 911. Cabe destacar que el delito de intimidación pública conlleva penas de prisión que oscilan entre los 2 y los 6 años.