En el Reino Unido, la Cámara de los Comunes ha avanzado significativamente hacia la legalización de la muerte asistida para adultos con enfermedades terminales en Inglaterra y Gales. La propuesta de ley logró una aprobación crucial con 314 votos a favor frente a 291 en contra. Este resultado envía el proyecto a la Cámara de los Lores, donde se someterá a un debate y una eventual aprobación.
La iniciativa, impulsada por la diputada laborista Kim Leadbeater en octubre de 2024, busca otorgar a los adultos con un pronóstico de vida inferior a seis meses la opción de acceder a la muerte asistida. Para ello, se han establecido condiciones estrictas: el solicitante deberá presentar dos declaraciones firmadas, ser evaluado por dos médicos independientes y obtener la aprobación final de una comisión judicial que incluirá a un trabajador social, un abogado y un psiquiatra. Leadbeater ha enfatizado la importancia de estas garantías robustas para prevenir cualquier tipo de abuso o coacción.
La ley estipula claramente que el medicamento letal podrá ser preparado por un médico, pero será el propio paciente quien deberá autoadministrárselo, prohibiendo explícitamente que terceros lo hagan para evitar posibles abusos. Además, se han implementado severas penas de hasta 14 años de prisión para aquellas personas que intenten presionar, coaccionar o engañar a alguien para que solicite la muerte asistida o para que declare su deseo de hacerlo, reforzando así la protección de los individuos vulnerables.
Mientras el debate parlamentario se desarrollaba, cientos de manifestantes se congregaron en las inmediaciones del Parlamento de Westminster, expresando tanto su apoyo como su oposición a la medida. Paralelamente, el Parlamento autónomo de Escocia ya ha aprobado los principios generales de una ley similar, que actualmente está en proceso parlamentario, reflejando una tendencia más amplia en el Reino Unido hacia la reevaluación de las leyes sobre el fin de la vida.
El proyecto de ley ahora continuará su curso legislativo en la Cámara de los Lores, donde se anticipa que recibirá una aprobación sin mayores contratiempos, dada la naturaleza de la votación en los Comunes.
