El Hospital Garrahan se convirtió primer hospital público en el país en realizar una cirugía fetal a una bebé dentro del útero de su mamá. Este logro representa un avance significativo en el campo de la medicina prenatal y abre nuevas puertas para el tratamiento de malformaciones congénitas complejas en el ámbito público de salud, ofreciendo esperanza y una mejor calidad de vida a futuros pacientes.
La pequeña paciente, que nació por cesárea este domingo, había sido diagnosticada con mielomeningocele, una grave afección congénita donde la médula espinal y sus membranas no se cierran completamente durante el desarrollo fetal, dejando una abertura en la espalda. El objetivo primordial de esta compleja intervención era mejorar su pronóstico y su calidad de vida a largo plazo. En esta proeza médica participaron un equipo multidisciplinario de 25 profesionales en la cirugía prenatal y 21 en la cesárea, demostrando la alta capacitación y coordinación del personal del Garrahan.
La intervención intrauterina se llevó a cabo el 9 de abril, cuando la gestación alcanzaba la semana 27, en el marco del Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal del Garrahan. El equipo, compuesto por cirujanos, neurocirujanos, obstetras, anestesistas, instrumentistas y enfermeras, trabajó en conjunto con profesionales instructores de Curitiba, Brasil, quienes poseen una vasta experiencia con 150 cirugías fetales previas. Para reparar la lesión espinal del feto, se expuso el útero fuera del cuerpo de la madre, un procedimiento de alta complejidad que exige una precisión quirúrgica extrema.
Originalmente, la cesárea estaba programada para el 17 de junio. Sin embargo, durante el pasado fin de semana, la mamá de la bebé rompió bolsa, lo que activó una respuesta inmediata del equipo médico del Garrahan. Gracias a esta rápida acción, la operación se pudo realizar en el mismo hospital, evitando así el traslado de la recién nacida y la consecuente separación de la madre y el bebé en las cruciales primeras horas de vida, priorizando siempre la atención integral y humanizada de la familia.
La operación, que se extendió por casi cuatro horas, demandó una altísima precisión quirúrgica para asegurar la protección del delicado sistema nervioso central del bebé. Patricia Bellani, jefa de Neonatología del Garrahan y responsable del operativo de la cesárea y la cirugía fetal, destacó la importancia de este hito: "El haber podido realizar tanto la cirugía fetal como la cesárea en el mismo hospital donde se atenderá a la bebé es un enorme paso en la atención integral y humanizada de estos casos complejos".
