
El ex ministro de Justicia Anderson Torres admitió este martes ante la Corte Suprema de Brasil que, en los días finales del gobierno de Jair Bolsonaro, las propuestas de golpe de Estado eran "recurrentes". Sin embargo, Torres negó categóricamente que alguna de ellas fuera seriamente considerada. Su declaración se dio en calidad de acusado, en el marco de las investigaciones sobre un borrador de decreto encontrado en su casa, que sugería declarar el estado de sitio, intervenir la Justicia electoral y anular la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva para mantener a Bolsonaro en el poder.
En relación con ese borrador específico, Torres afirmó que se trataba de un "papel" que recibió de alguna persona que no supo identificar, y que era solo una de las "muchas" propuestas similares que circulaban en el gobierno. Aseguró que todas estas propuestas eran apócrifas y que nunca se les dio crédito. "Era recurrente en esos días" y "otras autoridades también recibieron papeles similares", pero, según su testimonio, todas eran sistemáticamente desconsideradas.
El ex ministro calificó su descuido al no haber "destruido" el documento como una "fatalidad", y sostuvo que el borrador quedó entre otros documentos hallados por la Policía Federal cuando allanó su residencia. De manera enfática, Torres negó haber discutido planes golpistas en cualquier momento con Bolsonaro, jefes militares u otras autoridades, desvinculándose de cualquier intención de subvertir el orden democrático.
A finales de 2022, tras las elecciones de octubre de ese año en las que Lula se impuso a Bolsonaro por un estrecho margen, Torres dejó el gobierno y asumió el cargo de secretario de Seguridad del Distrito Federal de Brasilia. Curiosamente, se encontraba en esa función el 8 de enero de 2023, fecha en la que miles de bolsonaristas invadieron las sedes de los tres poderes en un intento por llevar a las Fuerzas Armadas a derrocar al líder progresista. Torres reconoció que cuando se produjo el asalto a Brasilia, él y sus hijas estaban "en un parque de Disney" en Estados Unidos, adonde había viajado dos días antes.
A pesar de su ausencia, el ex ministro negó haberse omitido de sus funciones, afirmando que había dejado un "protocolo de seguridad" que debía cumplirse en caso de que las personas acampadas frente a un cuartel del Ejército avanzaran hacia el corazón del poder en Brasilia, como finalmente sucedió. No obstante, ante los jueces de la Primera Sala del Supremo, Torres reconoció que "hubo fallas graves en el cumplimiento del protocolo" establecido.
En otro punto de su declaración, Torres también negó haber impulsado una campaña sobre supuestos fraudes en las elecciones de 2022. Aseguró que su postura se limitaba a sugerir que el sistema electrónico de votación podía ser "mejorado", desmintiendo cualquier intento de socavar la legitimidad del proceso electoral.
Tras la declaración de Torres, está previsto que comparezca el general de la reserva del Ejército Augusto Heleno, una de las voces más radicales de la ultraderecha, quien fue titular del Ministerio de Seguridad Institucional y ha anticipado que se acogerá a su derecho de permanecer en silencio. Posteriormente, declarará Jair Bolsonaro, y los interrogatorios concluirán con los generales de la reserva Paulo Sérgio Nogueira, ex ministro de Defensa, y Walter Braga Netto, quien fuera candidato a vicepresidente de Bolsonaro en 2022 y actualmente se encuentra en prisión preventiva, acusado de intentar obstruir la investigación.