
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) concretó este martes una importante operación al recomprar $5,9 billones en contratos de "puts" o "seguros de venta", que diversas entidades financieras poseían sobre bonos emitidos por el Tesoro Nacional durante la gestión anterior de Alberto Fernández. Esta acción representa la segunda operación de este tipo llevada a cabo por el Gobierno de Javier Milei, logrando eliminar el remanente de estas opciones que aún se encontraban en poder de los bancos. La autoridad monetaria informó que abonó a las entidades financieras $0,023 billones por la rescisión de estos contratos, un valor vinculado a las primas ajustadas originalmente pagadas por las entidades.
Estos "puts" funcionaban como una especie de "seguro de venta" para los bancos que invertían en títulos del Tesoro. Durante la administración de Sergio Massa, el Gobierno comenzó a ofrecer estas opciones junto con los bonos que colocaba en el mercado. El objetivo era incentivar a las entidades financieras a participar en las licitaciones de deuda, ya que les garantizaba que el BCRA les compraría los bonos a precio de mercado si decidían ejercer el "put" en momentos de volatilidad, proporcionando así una mayor seguridad a sus inversiones.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, había anticipado la operación, explicando que existían "puts americanos" (ejercibles en cualquier momento) sobre $4,5 billones de bonos y "puts europeos" (ejercibles en un momento determinado) sobre títulos públicos por $1,3 billones. Al recomprar estas opciones, el Banco Central recupera el control sobre la potencial emisión de pesos que podría haberse generado si los bancos hubieran decidido ejercer esos "puts", eliminando así una fuente de expansión monetaria discrecional.
Según el comunicado oficial del BCRA, la rescisión de estos contratos constituye un "paso adicional en el proceso de saneamiento del balance" de la institución. Esta medida se alinea con una política monetaria que busca centrarse en los agregados monetarios, garantizando un mayor control sobre la cantidad de dinero en circulación. El objetivo fundamental es reforzar la previsibilidad en la reducción de la inflación, eliminando fuentes potenciales de emisión monetaria no planificada.
En resumen, la recompra de estos "puts" no solo libera al Banco Central de una posible presión sobre su balance, sino que también refuerza su capacidad para implementar una política monetaria más estricta y predecible. Al eliminar este mecanismo de seguro, se busca que las decisiones de inversión de los bancos en deuda pública se basen más en las condiciones del mercado y menos en una garantía implícita del BCRA, contribuyendo a la estabilidad económica y a la lucha contra la inflación.