
Los disturbios y la represión policial se apoderaron de Los Ángeles en las últimas horas, provocando decenas de detenciones y varios heridos, en medio de las protestas contra la reforma migratoria de Trump. Entre los afectados, una periodista australiana recibió un disparo de un efectivo mientras transmitía en vivo los acontecimientos. La Policía ordenó la evacuación del centro de la ciudad y prohibió las reuniones públicas. Varias zonas fueron cerradas al tránsito, tanto vehicular como peatonal, y efectivos patrullan los alrededores.
El presidente estadounidense ordenó desplegar a la Guardia Nacional en un contexto de enorme tensión. Manifestantes incendiaron autos y se enfrentaron a los policías en rechazo a sus políticas hacia los inmigrantes. Cientos de agentes se apostaron el domingo frente a un complejo federal en el centro de Los Ángeles. Este lugar se convirtió en el epicentro de nuevos enfrentamientos. Los choques se sucedieron en las últimas horas y se acrecentaron con el paso de los días, junto a la creciente presencia militar en la zona.
Los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad no han cesado desde el viernes último. Los militares apelaron a granadas de estruendo y gases lacrimógenos para repeler a la multitud. Los manifestantes reclaman contra las políticas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y las detenciones de indocumentados.
La Guardia Nacional desembarcó en California este domingo con más de 2.000 efectivos y unidades de Infantería. Trump envió estas tropas luego de una serie de protestas en Compton y San Bernardino en la víspera, donde se registraron destrozos y disturbios. El mandatario republicano prometió garantizar "una ley y un orden muy fuertes" y no descartó ampliar el despliegue militar. "Hay gente violenta, y no vamos a permitir que se salgan con la suya", remarcó ante periodistas, añadiendo: "Creo que veremos un orden público muy estricto".
Casi 60 personas, incluyendo menores, fueron arrestadas después de la violencia desatada durante la manifestación frente al edificio de Servicios de Inmigración, según reportaron las autoridades. Las protestas, que derivaron en la represión, comenzaron cerca del distrito financiero de la ciudad, alrededor de las 19 horas, mientras la Policía de San Francisco monitoreaba la situación. Una vez que la concentración se intensificó, los efectivos señalaron que algunos manifestantes destruyeron propiedad, cometieron agresiones y causaron otros daños, lo que inició una respuesta de las fuerzas y activó el caos.
Durante una transmisión en vivo, las cámaras periodísticas captaron el momento en que una periodista australiana recibió un disparo en la pierna. La toma reveló a un oficial apuntándole en medio de la protesta que la cronista cubría. Tanto ella como su compañero camarógrafo se encuentran fuera de peligro y son algunos de los varios heridos registrados.