Los resultados preliminares de la autopsia realizada a los cuerpos de la familia hallada sin vida en Villa Crespo confirman que Laura Leguizamón fue la autora de los apuñalamientos que causaron el deceso de su compañero, Adrián Seltzer, y de sus dos hijos, Ian, de 15 años, e Ivo, de 12. Se determinó que para perpetrar los crímenes se emplearon dos armas blancas.
El escalofriante suceso se inició con el asesinato del padre, quien presentaba tres heridas en distintas partes de su cuerpo. Los menores, por su parte, mostraban un número considerablemente mayor de lesiones, estimadas entre diez y doce en cada uno.
Se presume que, tras el ataque al cónyuge, la mujer se dirigió a la habitación donde dormían los niños. Uno de ellos intentó escapar herido, siendo finalmente ultimado en el comedor, mientras que el otro procuró refugiarse en el pasillo, donde también encontró la muerte. Ambos menores presentaban heridas defensivas y en la espalda.
Después de cometer el triple homicidio, la agresora intentó autolesionarse en el cuello o el rostro, sin éxito. Finalmente, se clavó el puñal, provocándose una lesión grave en el pecho, además de heridas autoinducidas en las muñecas. En su cuello se encontró una uña incrustada, que fue retirada y podría pertenecer a uno de sus hijos, y también se hallaron cabellos o pelusas mezcladas con pelos en sus manos.
La investigación también reveló el hallazgo de medicamentos en la vivienda, incluyendo sertralina y olanzapina, presuntamente antidepresivos recetados a la mujer de 50 años, los cuales serán analizados. Asimismo, se descubrió una conmovedora carta escrita en una hoja A4 después de los crímenes, manchada con sangre. Aunque su redacción era incoherente y casi ilegible, con alternancia de letra imprenta y cursiva, los investigadores lograron descifrar fragmentos como "Todo mal fue mucho", "Los amo", "Mal" y "perverso".
