
El Instituto Nacional de Estadística y Censos reveló que en marzo la actividad económica retrocedió un 1,8% en comparación con el mes anterior, un dato que puso fin a una racha de diez meses de crecimiento ininterrumpido. Este freno se atribuye a la incertidumbre predominante en ese período, en vísperas de la concreción del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la marcada incertidumbre en el mercado sobre la evolución del tipo de cambio.
No obstante, este descenso de marzo, el primero intermensual desde abril de 2024, no logró socavar la reactivación económica durante el primer trimestre. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) experimentó un ascenso del 6,1%, validando la recuperación de la economía después de las contracciones observadas en 2023 y 2024.
En marzo, la actividad productiva se incrementó un 5,6% en comparación interanual. La intermediación financiera, con un notable 29%, la construcción, con un 9,9%, y el comercio, con un 9,3%, se destacaron como los sectores con mayor expansión durante este periodo.
Los datos preliminares de abril sugieren una reactivación de la actividad, lo que posibilitaría una expansión económica cercana al 5% en el transcurso del año. El Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL evidenció en abril un avance interanual del 2,9%, con una recuperación acumulada del 2,4% en el primer cuatrimestre respecto al mismo lapso del año precedente. Asimismo, ADIMRA, la organización que nuclea a las pequeñas y medianas empresas metalúrgicas, reportó el mes anterior un crecimiento del 4,3%.
En el ámbito del consumo, la consultora Scentia, que monitorea el desempeño de las ventas en supermercados y mayoristas, registró una mejoría en abril, revirtiendo su tendencia luego de un prolongado período de contracción. El relevamiento del mes pasado indicó un leve aumento interanual del 0,1%.