"Estamos muy emocionados por el potencial del descubrimiento", señaló el profesor de mecánica del instituto, Li Fengchen.

La supercavitación consiste en la creación de una burbuja de aire alrededor del vehículo submarino que le permitiría viajar evitando la fricción del agua, hecho que facilita crear condiciones similares a las de un avión.

De acuerdo con los antecedentes, la supercavitación comenzó a estudiarse durante la Guerra Fría por la Unión Soviética, que aplicó el concepto para fabricar torpedos que viajaban a una velocidad aproximada de 370 kilómetros por hora, muy superior a los de los proyectiles tradicionales.

A la tecnología desarrollada por los chinos le falta superar muchas dificultades, dado que la velocidad que podría alcanzar de 5.800 km por hora no es posible, por ahora, manejar con un timón para controlar el rumbo.

Si se perfecciona la tecnología y se domina el control del rumbo, un viaje entre China y los Estados Unidos podría realizarse en una hora y media, sostienen los científicos.

La ausencia de dominio total sobre la tecnología obliga a que los experimentos sean sólo con vehículos no tripulados.