No es una publicidad ni un sketch de Cha Cha Cha: en Worcestershire, Inglaterra, una ardilla se emborrachó y causó destrozos en el pub Honeybourne Railway Club, derramando cerveza y rompiendo botellas en su raudo paso por la barra del local.

Todo indicaba que alguien había entrado a robar y además se había emborrachado. Pero al revisar la caja registradora y ver que estaba todo intacto, algo no cuadraba. Hasta que entre las mesas y las sillas del comedor observó a una ardilla tambaleándose con una curda antológica.

El roedor no solo se había dedicado a ponerse ‘tibio’ de frutos secos, además había catado unas cuantas cervezas y probado el amplio catálogo de espirituosas del establecimiento. “Nunca había visto a una ardilla borracha“, comentó Sam Boulter, el dueño del bar. “Seguramente abrió varias botellas y bebió sin control durante toda la noche“, añadió.