El insólito episodio ocurrió en el local Rock & Soul, ubicado en calle Independencia 142 de barrio Centro, en una localidad ubicada a unos 346 kilómetros de la capital provincial.

El hecho tuvo lugar en momentos en que el bar se encontraba cerrado y más increíble aún es que en la caja había un dinero destinado al alquiler del local y otros gastos que el ladrón no se llevó, cuando podía haberlo hecho.

Al día siguiente, el propietario del comercio, Juan Ignacio Laucirica, se encontró con el faltante de dinero en la caja y se sorprendió porque la puerta del local no había sido violentada para cometer el atraco.

"Fue un hecho raro, ya que entraron con una llave, abrieron la caja registradora y se llevaron un fajo de billetes por una suma de diez mil pesos", dijo el dueño del local.

Un día más tarde, continuaron las sorpresas del caso cuando alguien dejó en la entrada de la vivienda de Laucirica una bolsa con 1.500 pesos en su interior, junto con una nota que decía: "Nacho, por favor, no me denuncies, te voy a devolver toda la plata en cuotas".

"Es una situación fea y da para desconfiar de todo el mundo, pero hasta que no sepa lo que pasó no puedo culpar a nadie", dijo el propietario del bar.

En el local trabajan tres empleados que supuestamente son de confianza para el dueño del comercio.

"Eso es lo que más me molesta, porque sé que es alguien del entorno, porque tenía la llave de todo, sabe a qué hora se cierra, a qué hora se vuelve a abrir", indicó Laucirica.

Intervino en la investigación del caso la fiscalía de instrucción local, sin que hasta el momento se haya podido esclarecer el hurto.