Benedicto XVI aprobó el uso de preservativo “en algunos casos”, en un aparente gesto de mínima apertura de la jerarquía católica, a casi medio siglo del rechazo de Pablo VI a la pastilla anticonceptiva.

Por Continental, Pedro Cahn consideró que este cambio en la posición del Vaticano “tiene gusto a poco”, porque “la gente que responde al papa sigue viendo el uso del profiláctico como un pecado”.

El director médico de la Fundación Huésped precisó que, “cada día, mueren entre cuatro mil y cinco mil personas por sida, y otras siete mil quinientas contraen la enfermedad”.

“Lo primero que hice cuando recibí la noticia fue entrar en internet. Hay dos versiones. Hay una versión inglesa que habla de la prostitución masculina, y en la italiana hablaría de la prostitución en general”, señaló en Magdalena Tempranísimo.

“De todas maneras todo cambio en esta posición tiene gusto a poco. Darle un carácter moralizador al uso del preservativo es llamativo. Por Sida mueren dos millones de personas todos los años”, remarcó Cahn.