Un fuerte y desagradable olor ha vuelto a invadir la ciudad de Rosario, Santa Fe, así como otras localidades cercanas. Los residentes y visitantes han descrito el olor como similar a orina, cloacas y excremento de caballo. Hasta el momento, el origen y las características específicas de este olor siguen siendo desconocidos.

Diversas hipótesis han surgido para explicar la situación, incluyendo la presencia de material orgánico en descomposición, problemas en la red de desagüe y vertidos industriales en aguas residuales. Sin embargo, no existe certeza sobre lo que está causando esta situación.

Es importante destacar que un incidente similar ocurrió en la localidad en diciembre del año pasado, lo que llevó al Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario a iniciar una investigación. A pesar de esto, no se logró identificar el origen específico del olor, lo cual dificulta el proceso de investigación y la identificación de la sustancia química responsable del mismo.

Guillermo Montero, ingeniero agrónomo, biólogo y secretario general de la Universidad Nacional de Rosario, señaló que la falta de un nombre específico para describir el olor dificulta la investigación. Según Montero, la identificación y descripción precisa del olor es fundamental para poder identificar la sustancia química responsable.

En relación a las hipótesis planteadas, desde el organismo se ha planteado la posibilidad de que el sistema de cloacas pueda estar involucrado, dado el alcance del olor en diferentes áreas. Sin embargo, estas consideraciones se mantienen como especulaciones hasta que se logre una identificación precisa.

En resumen, la presencia de este olor desagradable en Rosario y sus alrededores ha generado preocupación en la comunidad. A pesar de las distintas teorías planteadas, el origen y las características específicas de este olor aún no han sido identificados, lo que dificulta la investigación y la adopción de medidas para abordar esta situación.