Mercedes Morán protagoniza “Agosto” y dirige “Amor, dolor y qué me pongo”.

De visita en los estudios de Continental, aseguró que el segundo desafío le “encantó, porque lo tomé como un juego. Hace años que vengo coqueteando con esa idea. Lo que me decidió fue descubrir que mi vínculo con mis compañeros había trascendido la amistad, sentí otro tipo de afectos”.

La actriz de vasta trayectoria en teatro y televisión aseguró que la que vive es “una experiencia preciosa. Todas las presiones del rol que ocupe no se si me gustan tanto, pero trato de correrme de la solemnidad”.

Futuros y próximos proyectos. “No volví a escribir”, admitió la artista y agregó que la decisión de dirigir “tiene que ver con que me había salido de mi rol de actriz”.

“Casi todas las obras de teatro que hice –que casi todas eran extranjeras- siempre las elegí porque tenían un tema que era universal, no local. Por eso me metí mucho en ellas y las pedí, también, como condición”, explicó Morán.

“Es un trabajo muy delicado y muy encantador el de la adaptación, es una manera de desentrañar el texto que después a la hora de interpretarlo facilita las cosas”, señaló.

Su tierra natal. “Yo me siento puntana porque viví en San Luis hasta los seis años, en un pueblito muy chico, lindante a Córdoba. Por eso estoy anotada como cordobesa”, explicó la actriz.

“Mi papá fue diputado peronista en esa provincia”, contó Morán.

La familia. “Me han hecho abuela. Mis amigas me decían que era una experiencia superadora de cualquier otra cosa, yo estaba con muchas expectativas. La maternidad es maravillosa pero esto otro es increíble.

“Las cosas de la naturaleza llegan en un momento de la vida y hay un reciclaje inesperado de los proyectos a futuro”. Mercedes, además, tiene una hija adolescente, de 15 años. “Con Manuela todo me divierte mucho, ya no sufro como en la adolescencia de mis otras hijas”.