La jerarquía de la Iglesia católica expulsó a un sacerdote que el año pasado apoyó con sus opiniones la sanción de la ley del matrimonio igualitario.

Nicolás Alessio, de cincuenta y tres años, fue echado por la Curia cordobesa, en un juicio canónico sin antecedentes en esa provincia.

En la sentencia, el Tribunal Interdiocesano le impide ejercer el sacerdocio y debe dejar la casa parroquial en la que vivió veintisiete años.

Alessio admitió “no esperaba un fallo tan rápido ni con tanta dureza”, y lo consideró “patético” en sus fundamentos.

No obstante, aclaró que no le interesa formar parte de “una estructura anti-vida y anti-libertad de las personas. Esta iglesia tolera a torturadores y violadores en sus filas, pero no a quien piense diferente”, ilustró.