José María Aguilar, antecesor de Daniel Passarella en la presidencia de River durante dos períodos, fue insultado y escupido cuando apareció para emitir su voto, durante los comicios de este domingo en Capital Federal. El escándalo fue tan grande que debió ser ayudado por la Gendarmería para no ser agredido en forma física.

Al acudir para sufragar a la escuela número 6 Coronel Olavarría, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el ex dirigente millonario intentó pasar inadvertido, pero, al reconocerlo, los circunstantes lo increparon con gritos como "no tenés cara, ladrón", "sos hincha de Boca", "mirá a dónde nos mandaste, h…".

Ante las reacciones hostiles, farfulló que "yo no le debo nada a nadie, es injusto que me traten así". Antes, al entrar a la escuela embozado por una bufanda y lentes oscuros, le había negado a un periodista presente qué el fuera Aguilar, y, ante el escepticismo del trabajador de prensa, se disculpó y aclaró que no daba entrevistas.

Al salir, debió ser custodiado por cuatro gendarmes, tan raudamente que se llevó por delante a una anciana que lo insultó y no le aceptó las disculpas. En el camino, recibió más improperios y hasta un escupitajo, todo en quince minutos.