El INCUCAI aprobó los requisitos para la práctica de ablación e implante de pulmón proveniente de donante vivo relacionado por parentesco, que da una alternativa terapéutica para algunos pacientes en lista de espera, afirmó la directora científico técnica de la entidad.

“La incorporación del trasplante pulmonar con donante vivo sólo debe ser considerada como una instancia excepcional, siendo la última opción en pacientes en situación de urgencia o emergencia y luego de haber agotado la alternativa del donante cadavérico”, establece la resolución publicada en el Boletín Oficial.

La directora científico técnica del Incucai, la médica Liliana Bisigniano, dijo a Télam que "está aprobado internacionalmente que el pulmón de donante fallecido es la mejor terapéutica, pero la tarea de obtener un órgano pulmonar es delicada, y se puede pensar en la alternativa de donante vivo para un paciente que está en lista de espera", en emergencia.

La medida es "para preservar la salud del donante vivo, ya que la persona queda con una restricción de 15 a 20% de su capacidad respiratoria", precisó.

Además, "al donante se le deben hacer una cantidad importante de estudios para tener acabada idea de lo que le va a implicar la extracción" del lóbulo pulmonar, agregó.

Bisigniano contó que "la práctica no es diferente a la del donante cadavérico, pero aquí se agrega el manejo y seguimiento del donante, tanto para el trasplante como para el postoperatorio y el control" médico a lo largo de su vida.

Para un trasplante de pulmón en donante vivo se hace la ablación de uno o dos lóbulos del órgano: el derecho tiene tres, y el izquierdo, dos.

El pulmón del donante vivo, que según la médica "tienen que ser donantes jóvenes, como criterio de exclusión", hace un crecimiento compensador; en tanto el lóbulo implantado en el receptor, se va desarrollando con el paciente y resulta en una actividad respiratoria normal.
Bisigniano afirmó que "el trasplante pulmonar es una práctica compleja, con pacientes que tienen riesgos, en la que hay que tener pericia quirúrgica, y luego hacer un seguimiento del paciente en el postrasplante, incluido el inmunológico".

El pulmón se hace difícil de obtener de donante cadavérico porque se trata de "un órgano muy lábil, con variaciones después de la muerte", comentó.

La Resolución 419/2012 del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante-Incucai complementa el Decreto 239 de febrero pasado, por medio del cual se modificó la Ley de Trasplante -que sólo reconocía como donantes vivos relacionados a los de riñón, hígado y páncreas-.

"La ley le encomienda al Incucai que formule el marco regulatorio de esta práctica, el cual elaboró la Comisión Asesora de Transplante Pulmonar y el Comité de Bioética del Instituto junto a la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y la Sociedad Argentina de Trasplante, incluidos los modelos de consentimiento informado para el donante y para el receptor", dijo Bisignano.

La Ley argentina establece que el donante vivo relacionado debe tener parentesco de hasta cuarto grado, no por una ventaja de compatibilidad sino para limitar cualquier tipo de presión económica sobre las personas.

La necesidad de incorporar la práctica en pulmón "se venía hablando con la Comisión Asesora antes del caso de las mellizas Oviedo, porque ya se veía que no estaba contemplada por la ley, y uno tiene que ir actualizando el marco normativo", dijo.

Para la práctica, tanto los establecimientos públicos como privados deberán contar con tres quirófanos adecuados y disponibles, con instrumental quirúrgico acorde y suficiente, equipo de monitoreo, cardioversión, estimulación eléctrica cardíaca y perfusión vascular.

Además, acreditar una experiencia de diez cirugías de resección pulmonar mayor por año, en los últimos dos años previos al pedido de habilitación, entre otros requisitos.

En lo que va del año, se realizaron en el país 27 trasplantes pulmonares, en tanto son 140 las personas que permanecen en lista de espera; en 2011 se concretaron 26.