La reinstalación oficial de las celebraciones de carnaval en Argentina abre el debate sobre la significación de este fenómeno social que crece a pasos agigantados con el paso de los años.

El músico y productor artístico, estudioso y protagonista del carnaval en nuestro país, Gustavo Mozzi, aseguró que “se trata de un logro importante y ayudará con el tiempo a que se reinstale el clima festivo”.

“Me interesa la murga desde el punto de vista artístico porque es un género urbano que encierra gran parte de nuestras tradiciones y está en constante evolución porque refleja el momento y lo que está sucediedo, como una historia paralela a la historia oficial”, subrayó el músico.

Carnaval de Buenos Aires. “En la ciudad son casi 200 murgas con entre 30 y 120 integrantes cada una. Se da un cruce de gente que proviene de distinas disciplinas”, destacó.

“Se incorporan ahora otros recursos -a diferencia de la tradicional con bombos, platillos y un cantante- que habla de un estilo de movimiento”, agregó.

Diferencias estilísticas y rítmicas con la murga uruguaya. La del país vecino es una murga que “tiene una forma sofisticada y popular, al mismo tiempo. Son, en general, músicos profesionales los que la integran. La presencia afro es muy importante”, señaló Mozzi.

“La murga porteña está más vinculada con la inmigración italiana”, explicó.

La supervivencia del carnaval en época de dictadura. “La murga siempre tuvo presencia, incluso cuando la querían disuadir. No hubo forma de sofocarlas; el carnaval siempre estuvo presente, incluso con un discurso entre líneas”, sostuvo el profesional de la música.

“La murga para los uruguayos forma parte de su cuestión cotidiana”, insistió Mozzi.