Frente a una extraordinaria crecida fluvial, las autoridades del Parque Nacional Iguazú dispusieron a principios de esta semana el cierre de todos los circuitos de uso público para resguardar la seguridad de los visitantes al predio de las Cataratas. El caudal del río Iguazú superó ayer lunes los 40 mil metros cúbicos cuando lo habitual es que ronde los 1.500, lo que configuraba una imagen inédita.

Sin embargo, por Continental, Ezequiel Bermejo, gerente comercial de Iguazú Argentina, aclaró que el caudal del Iguazú por sí solo no basta para producir una inundación aguas abajo como la que ocurrió el año pasado, cuando la última creciente de ese curso de agua. 

En La Mañana, historió que “el domingo cerramos el acceso al Paseo del Diablo y ayer lunes cerramos los otros dos. El Parque continúa abierto y no se cobra entrada. El Acceso Los Altos continúa restringido. Creo que el pico de esta crecida se produjo ayer a las 10 de la mañana".

"No hemos tenido novedades de importancia en el caudal del río, y sí todo hace prever que el río ha comenzado a comportarse con una tendencia hacia la baja que se verificaría en las próximas horas. El Iguazú es un afluente del Paraná, el año pasado, cuando tuvimos una crecida grande del Iguazú y se verificaron inundaciones aguas abajo, también había crecido el Paraná”, tranquilizó Bermejo.