Una multitud acompañó a las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro en la procesión que en su honor recorrió las calles de la ciudad de Salta para cerrar una de las fiestas religiosas más convocantes del norte del país.

La procesión comenzó a las 15.30, cuando partió la Cruz Primitiva desde la Catedral Basílica Mayor de Salta, tras lo que salió la imagen de la Virgen de las Lágrimas, la de la Virgen del Milagro y la del Señor del Milagro.

Según voceros policiales y gubernamentales, unas 600 mil personas rindieron hoy culto a los patronos tutelares en las calles de la ciudad de Salta, en una calurosa tarde de sol, con más de 35 grados centígrados.

El arzobispo de Salta, monseñor Antonio Cargnello, encabezó la procesión, y estuvo acompañado del gobernador Juan Manuel Urtubey; el vicegobernador Andrés Zottos; y el intendente de Salta Capital, Miguel Isa, entre otras autoridades provinciales y de la iglesia.

Desde la Catedral, las imagenes partieron por calles España y Zuviría hasta avenida Belgrano y desde allí por avenida Sarmiento hasta el monumento 20 de Febrero, donde se renovó el tradicional Pacto de Fidelidad.

En su homilía, Cargnello instó hoy a "descubrir la vida en su profundo valor", a abrazar "el trabajo y el esfuerzo" y a sentir "el sabor de la entrega, que nos ayuda a florecer sin ser esclavos del acumular", tras lo que consideró que la vida "se debilita en el aislamiento".

Al hablar, monseñor pidió "luz y valor para ser servidores de la vida", y bendiciones para "los matrimonios que luchan por recibir a sus hijos y educarlos, y aquellos esposos que agrandan su corazón y deciden adoptar un niño para construir con él un hogar".

Asimismo, se refirió a la importancia de la familia, "al respeto entre sus miembros, la capacidad de sostener vínculos sanos, la audacia de ser generosos con la vida y el compromiso de solidaridad con los más pobres, los necesitados y los excluidos".

Luego de pronunciada la oración de renovación del Pacto de Fidelidad, se entonaron las estrofas del Himno Nacional, y las imagenes iniciaron su retorno al templo mayor de Salta, donde pasadas las 20 fueron despedidas por la multitud, bajo una lluvia de pétalos y el emocionante tañido de las campanas.

La fiesta del Milagro, cuya historia se remonta a la fundación misma de la ciudad de Salta, entró en su tramo final el 6 de septiembre pasado, con el inicio del rezo de la Novena, que culminó ayer, mientras que el jueves comenzó el Triduo de Pontificales.

Este triduo consiste en recordar la catástrofe vivida en 1692, cuando terremotos sacudieron el actual territorio de la provincia de Salta y cesaron cuando sacaron la imagen del Cristo Crucificado del templo.

El jueves se celebró la Solemnidad de la Santísima Virgen, mientras que el viernes se concretó la segunda jornada, con la Exaltación de la Santa Cruz, y hoy terminó con la celebración de la Solemnidad del Señor del Milagro.

Por ello se realizó una misa estacional realizada en el atrio de la catedral, donde el artista Zamba Quipildor interpretó la emotiva "Misa Criolla", junto al Coro Arsis, ante una multitud en la plaza 9 de Julio.

La historia de esta celebración data de fines del siglo XVI, cuando la imagen del Cristo Crucificado que encabeza estas celebraciones llegó al puerto del Callao, en Perú, tras el naufragio del barco en el que fray Francisco de Victoria la había enviado, para destinarlo al templo mayor de Salta.

Tiempo después llegó la imagen a Salta, y un siglo más tarde, en septiembre de 1692, un fuerte temblor azotó el territorio de la actual provincia de Salta, y los movimientos telúricos cesaron cuando el sacerdote José Carrión sacó al Cristo en procesión, por lo que desde allí se celebra cada año la Fiesta del Milagro.

Durante los últimos tres días llegaron a Salta Capital unos 18 mil peregrinos, que caminaron kilómetros desde distintos puntos del interior provincial, en homenaje al Señor y la Virgen del Milagro y para poder participar de esta celebración religiosa.

Un operativo de seguridad que afectó a 4.500 efectivos policiales fue implementado esta tarde, con motivo de la procesión, al igual que una cobertura especial del Servicio de Atención Médica y Catástrofes (SAMEC).