La Plaza de la República ya no tiene la fisonomía que muestran las típicas postales del Obelisco: desde el 21 de abril alberga una enorme carpa, símbolo de la protesta que llevan a cabo habitantes de los numerosos asentamientos de emergencia que existen en la Ciudad. Y como las soluciones no llegan, los manifestantes decidieron radicalizar el reclamo.


Los integrantes de la Corriente Villera Independiente (CVI) armaron ayer 20 nuevos ranchos alrededor del monumento porteño, y en las próximas horas sumarán más construcciones precarias que agigantarán lo que ya fue bautizado como "Villa Obelisco".


"Llevamos 50 días sosteniendo la huelga de hambre y exigiendo la urbanización con radicación, pero aún no recibimos ninguna respuesta", explicó la organización mencionada. "Estamos cansadas y cansados de vivir en condiciones indignas, sin cloacas ni agua potable, con tendidos eléctricos precarios, sin vacantes en las escuelas ni debida atención en los hospitales", reclamó el grupo.


La CVI responsabilizó a la administración macrista por la profundización de la protesta: "El gobierno de la Ciudad se llama al silencio y es quien tiene el presupuesto y la obligación de garantizar condiciones dignas de vida. Por ese motivo, y ante la indignación de los vecinos de todos los barrios, decidimos en nuestras asambleas radicalizar el plan de lucha de la Carpa Villera".


"Como primera instancia, armamos un asentamiento en la otra mitad de la Plaza de la República (Obelisco) donde nos encontramos las y los representantes de todas las villas de Capital Federal", detallaron.


"Si seguimos sin respuesta, seguiremos profundizando la protesta. No damos ni un paso atrás, vamos por la urbanización con radicación", advirtió la Corriente Villera a través de un comunicado.