“Las mujeres somos las primeras en olvidarnos del sufrimiento de la maternidad. Hoy es una situación muy difícil porque no tiene valoración social y las mujeres cada vez menos tenemos puesta la identidad en el lecho materno y cada vez más en el trabajo, en la libertad”, comenzó su alocución la psicopedagoga Laura Gutman, también autora de varios libros y fundadora de “Crianza”, una organización que genera grupos de crianza para madres.

La especialista remarcó que “a veces somos muy lineales. Hasta hace no mucho tiempo, maternidad era sinónimo de sometimiento sexual y económico al varón. Nosotras tenemos que inventar cómo vamos a ser mujeres libres y también con capacidades altruistas de criar un niño, si esa fue nuestra decisión de vida en algún momento”.

Cercanía emocional con el bebé durante los dos primeros años. “No es el trabajo lo que nos impide, sino la falta de registro de lo que sucedió cuando tuvimos esa edad. No es cuestión de cantidad sino de calidad de contacto”, dijo.

Elegir no ser madre. “Hoy la mirada es menos dura que la de generaciones atrás”, aseguró.

“Yo empecé hace muchos años sobre el problema de las mamás y los bebés. A mi consultorio vienen hombres y mujeres que quieren conocerse más, en general en un momento de crisis”, resaltó y agregó que “lo que más veo es el desconocimiento que las personas tenemos de nosotros mismos, tenemos armados discursos”, señaló Gutman.

En ese sentido, advirtió que “lo que más me llama la atención es la ceguera con la que hombres y mujeres vivimos: nos contamos un cuento y todos seguimos por el mismo camino. El argumento principal es que todos somos La Familia Ingalls. Después no entendemos por qué pasa lo que pasa o por qué los hijos tienen los problemas que tienen. Lo más común es lo inmaduros que somos, hombres y mujeres, y lo inmaduros que llegamos a la maternidad o la paternidad”.