Por Continental, Cristian Bacigaluppi, fabricante y especialista en pararrayos, explicó que “en lugares abiertos estamos todos desprotegidos. El agua es el peor lugar para estar en una tormenta eléctrica”, ya que “el agua y los ángulos generan atracción a los rayos”, subrayó en De 6 a 9 con Paulino.

“En una playa de 300 metros de ancho, tres pararrayos alcanzan para proteger a las personas de la actividad eléctrica”, subrayó, y se mostró “preocupado por los recitales de verano que se hacen al aire libre en las playas, porque que la gente no está segura”.

Bacigaluppi explicó que la reglamentación en Capital Federal y provincia de Buenos Aires “pide pararrayos para los edificios. En el caso del territorio bonaerense, es obligatorio en un 20 por ciento, pero en muchos casos no se cumple”, alertó.