Se trata de Mauro Gabriel Soplán (28), quien se presentó ante las autoridades judiciales acompañado de su abogado tras advertir que la Policía seguía sus movimientos y vigilaba su casa, ubicada en el denominado barrio Rivadavia 1 del Bajo Flores. Según las fuentes, el Volkswagen Fox rojo de Soplán pudo ser identificado pese a que en las imágenes tomadas por una cámara de la Policía Federal instalada en Pumacahua y Juan Bautista Alberdi, a 100 metros del lugar del accidente, se veía borroso y no podía distinguirse.

Los voceros explicaron que los investigadores analizaron otras grabaciones del barrio y observaron que un auto de las mismas características había sido captado por una cámara ubicada cerca de la villa 1-11-14, próxima al Barrio Rivadavia 1. Los pesquisas se dirigieron hasta el lugar y entrevistaron a distintos vecinos que contaron que Soplán había atropellado a la maestra con su Volkswagen Fox rojo.

Con los datos obtenidos, el personal policial montó un operativo de vigilancia y seguimiento a la espera de que el sospechoso los dirigiera hasta el vehículo, aunque éste notó al personal cerca de su casa y decidió entregarse. De acuerdo a las fuentes, el vehículo de Soplán, al que el imputado aparentemente le cambió el capot y una óptica con la intención de ocultar pruebas del accidente, ya fue localizado y será sometido a distintos peritajes.

El detenido, con antecedentes por una causa de drogas, quedó a disposición del juez de Instrucción 49 porteño, Facundo Cubas, quien lo indagará en las próximas horas.

Parducci (52), maestra del Instituto Nuestra Señora de la Misericordia, fue atropellada cerca de la 1.15 del sábado 5 de octubre pasado, cuando cruzaba Juan Bautista Alberdi a la altura de la avenida Carabobo, en Flores. La mujer, cuya casa está ubicada a poco más de dos cuadras de donde ocurrió el accidente, quedó tirada sobre el pavimento y el automovilista huyó por Alberdi sin prestarle asistencia.

Si bien los vecinos llamaron de inmediato a una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME), la docente ya estaba muerta cuando llegaron a asistirla. Luego, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo de la víctima realizaron una marcha en Plaza Misericordia para reclamar que el automovilista se entregara y los testigos aportasen datos para poder identificarlo.

En aquella oportunidad, Ana María, una compañera de trabajo de la maestra, contó a la prensa que los peritos habían secuestrado parte del auto involucrado en el hecho y que ese elemento servía de pista para identificarlo. Esta mujer también recordó que Parducci trabajaba desde hace 33 años en el colegio Misericordia, ubicado en avenida Directorio y Camacuá, que se encontraba cerrado por duelo.

Y añadió que la víctima era maestra del Jardín de Infantes y, además, daba clases en el Instituto de Formación Docente.

Por Continental, el abogado Gregorio Dalbón aclaró que no representa a la familia de la víctima, sino que brindó datos "sobre todos los talleres de chapa y pintura de Capital" a los deudos de Parducci. En La Mañana, aclaró que lo que ahora pretender es establecer si "después de diez días en que se vio acorralado por la policía se entregó, preparó su entrega y hasta puso un muletto para evadir responsabilidades".