Por el asesinato de Lucas Rotela en Baradero, declaró el policía acusado y seguirá preso.

Es Gustavo Kapp, sindicado como el autor del disparo que terminó con la vida del joven de diecinueve años, que no se detuvo en un control de motos.

El fiscal le tomó declaración indagatoria durante más de tres horas y ordenó que permaneciera detenido, acusado del delito de homicidio calificado.

Kapp tenía abierto un sumario por amenazar con su arma reglamentaria a un grupo de personas durante un baile de egresados.

La hija del policía fue al entierro del adolescente le pidió perdón a sus padres. Las dos familias eran casi vecinas.

Jóvenes de Baradero convocaron a concentrarse esta tarde para pedir justicia.

Por Continental, el padre de Lucas Rotela agradeció el apoyo que le brindó “toda la población de Baradero” y destacó que “a Lucas todos lo conocían y lo querían”.

Miguel Rotela enfatizó que “no tenían razón para dispararle, porque sabían dónde vivía y además su moto era vieja y hasta a pie lo podían alcanzar”.

En Magdalena Tempranísimo, remarcó que el policía “no avisó y lo dejó tirado en la calle, desangrándose. A mi hijo lo destrozaron, le tiraron con armas de guerra, lo mataron como a un perro”.

Rotela advirtió que “hay responsables más arriba que deberán dar explicaciones”, ya que el efectivo “estaba sumariado y, sin embargo, le permitían estar en la calle con un arma de guerra”.