La Cámara del Crimen confirmó el procesamiento por "intento de homicidio agravado" contra un hombre que intentó vengarse del policía que lo detuvo el día anterior por un episodio callejero aplicándole tres puntazos que se estrellaron contra el chaleco antibalas.

El tribunal ratificó el procesamiento del imputado por ser considerado "autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por la condición de la víctima en grado de tentativa".

Los jueces Gustavo Bruzzone y Rodolfo Pociello Argerich consideraron que el agresor, que había sido detenido el día anterior por el policía pero rápidamente recuperó la libertad, lo buscó, "se le acercó y le propinó un golpe en su brazo izquierdo con una rama de árbol, para luego manifestarle 'te dije que te iba a matar' y finalmente extraer de entre sus ropas una cuchilla de cocina, con la cual le arrojó tres puntazos en la zona abdominal".

Las puñaladas "no llegaron a impactar en su cuerpo porque tenía colocado su chaleco antibala reglamentario", explica el fallo, que reaviva la polémica sobre las condiciones en que los jueces conceden las excarcelaciones de los detenidos.

"Si bien mediante la agresión el imputado no logró su cometido, lo cierto es que ello habría obedecido a circunstancias ajenas a su voluntad, pues los puntazos impactaron en el chaleco antibala, sin alcanzar el cuello, rostro u otros órganos del preventor que no eran protegidos por el chaleco reglamentario", evaluaron los camaristas.

El policía salvó su vida "dado que en ese momento retrocedió y se defendió golpeando con las esposas en la cara al agresor, para rápidamente presentarse en el lugar sus compañeros que concurrieron en su apoyo".

La jueza Mirta López González, en disidencia, dio por probada la secuencia pero descartó que el agresor hubiera tenido intenciones de asesinar al policía.